Carta SOS
Han pasado ya casi dos meses desde que fue decretada la pandemia en el mundo. A diario, en todos los países, los gobiernos informan a sus habitantes, de las medidas sanitarias, de las restricciones, de lo que se puede y no se puede hacer y hacen un balance de la epidemia así como del escenario económico y sus previsiones futuras.
Casi cada día, decretan nuevas leyes y diversos artículos que van encajando en la dinámica global del país, en sus actividades, necesidades y adaptados a sus distintos gremios.
Sabemos que no es una situación fácil, estamos en un momento muy difícil y complejo en cuanto a su gestión, un momento doloroso para el ser humano y sobre todo muy triste.
Los decretos que se publican en el BOE, en algunos casos, se rectifican dos horas después de ser aprobados, estas modificaciones vienen derivadas de las quejas emitidas por los propios gremios y actividades, a menudo olvidados en el texto inicial; la construcción, por ejemplo, fue uno de ellos, para después de semana santa, aclarar que el área de rehabilitación, conservación y mantenimiento de los edificios, quedó olvidado, así como se olvidó en su momento, en el código técnico de la edificación(CTE) a inicios de los años 2000, los edificios protegidos y patrimoniales.
Otro ejemplo de olvido durante este estado de alarma, ha sido el apartado de la “cultura”, la sociedad civil y sobre todo los implicados directamente han reaccionado. Los cines teatros, artistas, galeristas, conciertos, cineastas, librerías, escritores, todos, se han manifestado por redes y TV y fue así cuando el gobierno reaccionó y dedicó un apartado económico para ese rubro.
Ahora bien, nosotros desde SOS MONUMENTS, hemos visto las ciudades vacías del mundo, hemos visto los edificios patrimoniales con valor histórico y con necesidad de actuación y mantenimiento olvidados del decreto, de previsiones, de posibles usos y leyes, de nuevo, dejados en el tiempo.
Las leyes sobre patrimonio y conservación ya están escritas, ya están hechas y como siempre hemos denunciado desde nuestra asociación, se cumplen cuando el patrimonio está “casi” perdido, abandonado, no se desea intervenir y si se interviene, se hace casi siempre por beneficios de visibilidad política, cuando la intervención puede dar un crédito y redito social/político.
Hoy 10 de mayo de 2020, El Periódico, publica un artículo sobre el Raval de Barcelona y dice que el barrio entra en fase colapso. Esa misión de los arquitectos y la arquitectura por resolver los espacios domésticos y los espacios públicos, está quedando desasistida por la situación, su población y sus contenedores (los edificios) necesitan ser tomados en cuenta y aprovechar los edificios existentes, patrimoniales, cerrados a día de hoy, para que se adecúen para dar distancia, entre los seres humanos, así como comodidad, habitabilidad, dignidad y ayuda a una Ciudad de maqueta, de escala 1:10, una ciudad (Barcelona en este caso) pero que tenemos en todos los países y que hemos visto desde nuestras televisiones.
Es por todo esto que, como asociación, queremos solicitar a los gobiernos, la salvaguarda del patrimonio y la sostenibilidad edificatoria como herramienta de protección de los edificios y del medio ambiente, es una solución que resuelve dos problemas en la vida cotidiana y lo hemos visto durante la pandemia, en las ciudades renovadas en el mundo en su clima y naturaleza.
Ricardo Vergara Franceschi
Presidente de SOS-Monuments
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